jueves, 23 de octubre de 2008

Se quedaron Morados los de Alianza

El partido entre Alianza y Boys se anunció como la crónica de una muerte anunciada.
Algo así como armar un velatorio sin muerto, pensaban los de La Victoria.


Pero los íntimos se llevaron una gran sorpresa. Los pupilos de Eusebio Salazar, aquel gran maestro que nos demuestra lo que es el amor a la camiseta rosada que identifica a todo el puerto chalaco, ellos no perdieron el entusiasmo y la entrega por una camiseta que ayer lavaron en casa por ausencia de utileros.

De arranque tuvieron tres ocasiones para anotar y en todas estuvo presente el brasileño Sergio Junior.


Hasta que Arakaki fue a disputar un balón con "Pituquito" Rossel en su área, a los 19’, y cargó ilícitamente.
Fue penal y el propio delantero lo ejecutó sin titubear. Era el 1-0 y la tribuna popular empezó a temblar.


Alianza, con los errores defensivos de siempre y con una volante que no podía hacer tres toques seguidos, se sumergió en la imprecisión. Por eso no extrañó que Boys mate a pelotazos a los blanquiazules.


En una de esas incursiones, Rossel vuelve a pelearla y en primera instancia fue bien trabado por Reyes.
El problema fue que luego el lateral aliancista lo tomó de la pierna y el juez de línea, que estaba muy atento a la jugada le pasó la voz al árbitro Caballero y este cobró penal.


Sí, penal que celebró todo el Callao y que Sergio Junior, ¿porque tenías que pegarle así? lo desperdició, quitandole la felicidad a medio mundo, el ansiado grito de gol, el de poder ver el balón inflando las redes de un equipo que se dió el lujo de tener en el banco de suplentes al "hijo del doctor" y al "potón" Montaño. Hizo llorar a todos, incluido a su hijo que lo miraba en occidente.


Así se fueron al descanso y todo terminó para el Boys, el sueño de tener en las manos 3 puntos se esfumo, el empate no es el mismo sabor que La Victoria, equipo al cual tenían que haberle quitado ese nombre del cual provenían.

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